Mucha culpa de que mis mañanas se acerquen a ese jardín de las delicias las tienen los pájaros, en concreto uno, aunque aprovecharé para destacar varias especies representativas de Nicaragua, por supuesto que la lista de aves es interminable y a cual más hermosa, pero no pretendo hacer un estudio ornitológico, solo destacar lo que estos animales representan en este hábitat natural, donde las especies, salvo algunos casos, no viven en estado permanente de peligro de extinción. Esto se debe al propio estado del país, de los países que componen el istmo centroamericano, sus recursos no son explotados indiscriminadamente y aún hay espacio para otros seres que no sean los de nuestra especie, el ser humano. Este razonamiento no quiere decir que no exista peligro, existe en cualquier lugar del planeta por muy recóndito que se encuentre, pero estas circunstancias ambientales no se disfrutan en el vanidoso y prepotente llamado nuestro primer mundo.
domingo, 26 de octubre de 2008
Aves del paraíso
Mucha culpa de que mis mañanas se acerquen a ese jardín de las delicias las tienen los pájaros, en concreto uno, aunque aprovecharé para destacar varias especies representativas de Nicaragua, por supuesto que la lista de aves es interminable y a cual más hermosa, pero no pretendo hacer un estudio ornitológico, solo destacar lo que estos animales representan en este hábitat natural, donde las especies, salvo algunos casos, no viven en estado permanente de peligro de extinción. Esto se debe al propio estado del país, de los países que componen el istmo centroamericano, sus recursos no son explotados indiscriminadamente y aún hay espacio para otros seres que no sean los de nuestra especie, el ser humano. Este razonamiento no quiere decir que no exista peligro, existe en cualquier lugar del planeta por muy recóndito que se encuentre, pero estas circunstancias ambientales no se disfrutan en el vanidoso y prepotente llamado nuestro primer mundo.
viernes, 24 de octubre de 2008
Masaya, lugar de venados
miércoles, 22 de octubre de 2008
Víctimas para el fin de una dictadura
lunes, 20 de octubre de 2008
La ciudad resurgida
Parece que esta ciudad nació para destruirse y volver a levantarse, porque no solo fueron terremotos, también en 1876 se destruyó el centro de Managua, en esta ocasión fueron unos aluviones de agua los causantes de tal destrozo. En este tema no se acabó el peligro, la deforestación en la parte sur del lago Xolotlán, o Managua, mantiene expuesta a la ciudad al peligro que suponen los aluviones producidos por la lluvia. Pero volviendo a su vulnerabilidad más pronunciada, los sismos, hay que anotar que como el ave fénix se levantó de sus propias cenizas y de la nada se convirtió en la ciudad más dinámica de los 60, era la envidia de cualquier ciudad centroamericana, sus avenidas y calles importantes eran un hervidero de gentes que paseaban, compraban, y daban a Managua un aire de ciudad moderna, tanto de día como en la noche, donde sus salas de fiestas y teatros la convirtieron en única. Cada vez que oigo hablar de aquella ciudad me parece que se exagera, pero todos coinciden en el dinamismo y modernidad de entonces.
Familias enteras sucumbieron ante la tragedia y no hubo ninguna que escapara a las garras de la naturaleza que, como ofrenda obligada a la madre tierra, se cobró alguno de sus miembros.
viernes, 17 de octubre de 2008
De deseos cumplidos y alimentos artísticos
miércoles, 15 de octubre de 2008
¡Y volver volver... a Managua otra vez!
miércoles, 8 de octubre de 2008
¿Soy racista?
En España hemos tenido racismo de todos los colores y en todas las épocas, ni siquiera tenemos el derecho que se creen tener los italianos cuando se preguntan si son racistas, después de las evidentes pruebas antisociales que en estos días pone en entredicho al país trasalpino. El presidente Berlusconi y sus socios fascistas de la Liga Norte han instalado en la sociedad la xenofobia a los gitanos, a los rumanos, a cualquier tipo de emigración con normativas anti humanitarias, en todos los niveles sociales se levantan las voces a favor del fascismo y la ultra derecha se ha puesto no solo de moda sino que se ha convertido en una aceptación cotidiana. Algunos de los más afamados futbolistas de los primeros equipos se declaran simpatizantes del fascismo y los hay hasta que muestran sus consignas de tiempos de Musolini, esto es la imagen que dan a los menores, a la juventud que venera a estas figuras del deporte, son sus ídolos y en ellos se fijan, su actitud es la que tomarán como referencia para el futuro.
Una muestra con resultado mediático como ninguno otro, en la sociedad española, es el caso de la dominicana Lucrecia Pérez, que murió asesinada por unos fascistas cuando se refugiaban del frío en una discoteca abandonada y viviendo de la mendicidad. Era el 13 de noviembre de 1992. Aquella fría noche Lucrecia y sus compañeros tomaban una sopa que otros compatriotas, con algo de más suerte y con trabajo, les habían llevado, entraron cuatro encapuchados y dispararon indiscriminadamente. El resultado de aquel atroz atentado racista fue una persona muerta y otro herido de gravedad. Una bala destrozó el corazón de la joven dominicana, 32 años, sin ver cumplido su sueño, el de poder encontrar un trabajo digno que le permitiera sacar adelante a su pobre familia. Hipotecó su vida para poder costearse el billete de avión, primero a Nueva york, parís, Bilbao y en tren hasta Madrid. No llevaba dos meses en España y su sueño se truncó por la ira de cuatro desalmados, tres menores de 16 años y un guardia civil de 25 que detuvieron cuando estaba de servicio días más tarde. La despidieron del primer trabajo que encontró por que no sabía lo que era un grifo, una lavadora, un ascensor... no vino a pedirle a España el oro que robaron en América, ni siquiera a pedirle explicaciones de por qué los trataron de esa manera tan vejatoria a lo largo de siglos, solo vino a buscar un digno puesto de trabajo que honradamente le ayudara a dar de comer a sus hijos y a su pobre marido campesino que recolectaba tomates cuando recibió la noticia. Los españoles no tenemos buena memoria, somos los hijos de un país emigrante, que tuvieron que salir de nuestra tierra para que las bocas de sus hijos comieran y nuestra vergüenza ni siquiera nos obliga a tratarlos con respeto, el mismo que un día desearon nuestros padres para ellos en otro país lejano.
martes, 7 de octubre de 2008
La novia del Cocibolca
Esta ciudad de ensueño también se le conoce por la Ciudad de los Poetas, Joaquín Pasos, José Coronel Urtecho, Ernesto Cardenal, Carlos Martínez Rivas, son hijos de la novia del Cocibolca y hasta el mismísimo Rubén Darío vivió en el centro de la ciudad.
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/es/
domingo, 5 de octubre de 2008
Testigo único de la historia
Aún así, El soldado caído, como es conocida la fotografía mundialmente, tuvo que pasar 60 años en el anonimato sin saber de quien se trataba, quien era el joven de 25 años que caía abatido en el momento en que Robert Capa lo retrató. La revelación vino por parte de un compañero que le acompañaba en la columna anarquista de Alcoy la misma tarde de su muerte y que también era vecino del mismo pueblo alicantino. Mario Brotons tenía 14 años por aquellos días y a la edad de 75 decidió escribir sus memorias anarquistas en un libro titulado "Retazos de una época de inquietudes", en él aseguraba que el soldado que caía derrumbado en la foto era su paisano y compañero Taino, como era conocido, cosa que corroboró la cuñada de Federico Borrell que aún vivía. A partir de ahí fueron muchos los historiadores que se interesaron por la figura, por el hombre que se convirtió en icono no solo de la guerra española sino también de todas las guerras mundiales, por su simbolismo impactante y por la tremenda fuerza en la expresión que recoge la instantánea.
Federico Borrell no nació en Alcoy, pero sí en la misma provincia levantina, en Alicante, en un pueblo de la sierra llamado Benibolla. Su madre, María García, conocida por La Taña, decidió emigrar a Alcoy cuando quedó viuda de Vicente Borrell, de profesión labrador y de sobrenombre Batallón. Federico tenía seis años de edad por aquel entonces. El quinto de los seis hermanos que su madre sacó adelante con lo que ganaba de criada. Aprendió a leer y escribir y se hizo tejedor, y al igual que muchos de los jóvenes anarquistas de su edad y de su pueblo se alistó voluntario para ir al frente y dejó una novia, Marina, y el traje nuevo esperando para casarse. De la novia no se sabe cuál fue su paradero pero del traje sí, lo aprovechó su hermano menor Evaristo para casarse, que también estaba en la misma columna de voluntario cuando mataron a su hermano. Al siguiente día dejó el frente y regresó a Alcoy para informar a sus hermanas de la desdicha de Federico.
La providencia quiso que los dos jóvenes se cruzaran en el camino con distinto resultado para ambos, en el soleado páramo de la sierra cordobesa, en Cerro Muriano, a pocos kilómetros de la capital, en un cerrillo conocido por "El cerro la coja". Existen varias versiones de cómo sucedió el enfrentamiento con las tropas fascistas, unos cuentan que fueron sorprendidos y otros que fue el resultado de una irresponsable actitud. Federico y sus compañeros suben a la aldea de Cerro Muriano ese fatídico día, se despliegan por el terreno y ocupan trincheras. No se puede pensar en un ejército preparado y con experiencia, no, se trataba de un puñado de hombres jóvenes con escopeta en mano y ajenos a lo que realmente era el enfrentamiento directo. Cosa contraria ofrecía el bando fascista, compuesto en su mayoría por mercenarios de las guerras de África, curtidos en mil batallas y sin escrúpulos de ningún tipo.
Ese día el general Varela inicia una ofensiva sobre la sierra de Córdoba y los habitantes de Cerro Muriano huyen de sus hogares buscando un refugio más seguro. En la hora de la siesta, una columna fascista de mercenarios marroquíes al mando del coronel Sáenz de Buruaga avanza en silencio por el flanco izquierdo del frente y en esos momentos los milicianos de Alcoy reciben una visita inesperada. Al menos tres coches de periodistas llegaron aquella tarde a Cerro Muriano y en uno de ellos iba Robert Capa y su novia Gerda Taro, también fotógrafa de guerra
Su verdadero nombre era Ernest Andreii Friedmann y nació en Budapest, Hungría, el 22 de octubre de 1913. Su familia, judía, bien posicionada económica y socialmente, estaba compuesta de una madre diseñadora de modas y de un padre intelectual pensador con influencias democráticas. La depresión de 1929 hizo que la familia perdiera la casa y las circunstancias le obligaron a vagabundear por las calles en su adolescencia. En estas andanzas conocería a la mujer que más influyó en su dedicación a la fotografía, Eva Besnyo, es muy probable que si no hubiera sido por ella su dedicación habría sido otra muy diferente. Ella y su especial gusto por la fotografía motivaron en el joven Ernest el interés y primer contacto con este arte.
En 1954, en Japón, visitando a unos amigos antes de la guerra, le llamaron de la revista Life para cubrir a otro compañero fotógrafo en Vietnam, durante la Primera Guerra de Indochina. En la madrugada del 25 de mayo pisó una mina y murió, mientras acompañaba al ejército francés en una expedición por zona boscosa. Sin duda el mejor corresponsal gráfico de guerra que tuvo el siglo XX y autor de una frase que se hizo popular: "Si tus fotos no son lo suficientemente buenas es que no te has acercado lo suficiente".
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/es/
sábado, 4 de octubre de 2008
Con Darío por Tierras Solares
El nicaragüense posaba vestido para la ocasión, de gala y con el uniforme de embajador de su país tal como se presentó oficialmente en Madrid, traje de terciopelo azul con los pectorales, puños de las mangas y bajos de la chaqueta corta adornados en oro, la espada envainada en su funda, los guantes blancos a la izquierda y con la derecha sujetaba el sombrero de cresta blanca. Para colmo y motivo de confusión el texto a pie de foto rezaba "El príncipe de las letras castellanas". No entendía aquel significado que yo atribuía, tanto al inglés como al nicaragüense, a las realezas de otros países. Esta confusión no fue duradera, pues, pasados los primeros días y adentrándome en su contenido poético comprendí todo el exotismo de la primera impresión.
La obra y vida de Rubén Darío ocupaba en mi conocimiento lo suficiente, la lectura de algunos textos suyos, su origen latinoamericano, su cargo diplomático en París, Madrid... las amistades con poetas y escritores españoles de la época... pero desconocía su papel periodístico, sus crónicas para el diario argentino La Nación. Fue hace varios meses, y casualmente, leyendo un suplemento literario del Diario Córdoba cuando me topé de faces con un interesantísimo articulo sobre Tierras Solares, de 1904. Este libro recoge crónicas de un viajero, de lo encontrado y vivido en su recorrido por algunas provincias y ciudades de España. Barcelona, Málaga, Granada, Sevilla, Algeciras, Gibraltar... y Córdoba. Esto llenó mi curiosidad y cuando llegué a mi casa lo primero que hice fue encender este trasto cibernético en el que escribo y sentarme frente a él, buscar en Internet Tierras Solares y empaparme de su contenido.
"Una modesta estación; un ómnibus que va mal que bien por la calle, sobre baches y fango". Así, con estas palabras comienza la crónica referente a Córdoba, pero continua: "Mal tiempo. He ahí mi primera impresión en la ilustre y secular Córdoba. En cambio, los verdes naranjos en los cercanos jardines, y flores a pesar del tiempo, me resarcieron del inicial desencanto. El hotel en que me hospedo da a la vía principal de la población, la alameda llamada del Gran Capitán, en memoria de aquel magnifico guerrero Don Gonzalo, cuya casa natal estuvo por este punto. Cuando la lluvia ha cesado y puedo salir, veo grupos de gente estacionados en la alameda, el eterno grupo de ciudad española que conversa y mata las horas".
¡Y yo sin saberlo! ¿Cuántas veces habré caminado por la misma alameda que él caminó en su día, cuántas veces habré puesto mis pies en el mismo paso que Rubén Darío lo hizo un siglo atrás, cuántas veces habré pisado las huellas de quien, según Neruda, enseñó a los hispanos parlantes a hablar bien?
He buscado viejas y rancias fotografías que conservo de la Córdoba que él visitó y me he recreado imaginando su elegante figura nicaragüense por las calles de mi ciudad, por la Mezquita, por entre el bosque de columnas que le impresionó, por entre el gentío que llenaba los cantaros de agua en la fuente del Patio de Los Naranjos de la Mezquita, cruzando el puente romano sobre el Guadalquivir... y sobre el escritorio de la habitación del hotel, escribiendo la crónica del día y del lugar entre trago y trago de alcohol.
La vez primera que pisé Nicaragua pude comprobar la importancia de este autor del modernismo en la poesía, nada más llegar al aeropuerto me llamó la atención dos grandes cuadros colgados frente a frente y en lugares preferentes dedicados a las dos figuras más representativas del país, Sandino y Rubén Darío, sin estos nombres no se puede entender la historia nicaragüense.
En el reencuentro con Darío, el día que descubrí Tierras Solares, surgió en mí una idea que pasados unos días puse en práctica, pero el devenir de la providencia, caprichosa, me guio por otros caminos y el resultado es el contenido de este blog, que si no sucede nada que lo impida lo adaptaré para publicarlo en libro. La idea primera era la de crear un libro de Córdoba, España, y Nicaragua, de lo que nos une, que es mucho más de lo que nos separa; de nuestras culturas, acontecimientos, colonizaciones sufridas, dictaduras en común, arte, política, gastronomía... dos mundos que no son tan dispares, aunque pueda aparentarlo. Pero mi impaciencia no permitió que comenzara el proyecto en estos días de octubre, que es cuando visitaré de nuevo Nicaragua, sino que dedicaré este tiempo a darle fin a las "50 Miradas Impacientes". De todas maneras siempre quedará otra oportunidad para plasmar por escrito lo que mi historia y la nicaragüense tienen en común.
El motivo por el que cambió el primer apellido García por Darío no es otro por como era conocida la familia de siempre en su ciudad, los Darío. Fueron sus tíos a los que tomó como a sus propios padres, pues con su madre, que residía en Honduras, tuvo poco contacto y a su padre lo llamaba tío Manuel. Su biografía pone al descubierto su alcoholismo, causa por la que cayó gravemente enfermo y murió, pero antes dejó una vida llena de inquietudes y unos textos para el disfrute de cualquier lector que le llevó a conocerlo por el "Príncipe de las letras castellanas y padre del modernismo".
Como apunte especial reseñaré el acontecimiento que tuvo en México en 1910, viajó como miembro de una delegación para conmemorar el centenario del nacimiento del país azteca. Pero el gobierno nicaragüense cambió mientras realizaba el viaje y el dictador mexicano, Porfirio Díaz, se negó a recibirlo. Esta actitud es probablemente influenciada por los Estados Unidos que no lo veía con buenos ojos debido a sus poemas, "A Roosevelt" y "Salutación del optimista" en los que enaltece el carácter hispano frente a la amenaza del imperialismo estadounidense. Sin embargo, Darío fue recibido triunfalmente por el pueblo mexicano que se manifestó en favor del poeta y en contra de su gobierno. En su autobiografía, Darío relaciona estas protestas con la Revolución Mexicana, poco antes de producirse.
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/es/
Cultura mexica ( XI )
Cerámica La cerámica es uno de los elementos artísticos mexicas menos estudiados, si lo comparamos con otros como dioses, calendarios o mito...
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