viernes, 5 de septiembre de 2008

La flor de al-Andalus


"Me dijo un anciano de Córdoba, respecto al origen de la construcción de Medinat al-Zahra, que al califa (Abd al-Rahman al-Nair) se le murió una concubina que dejó una gran fortuna con destino a la redención de cautivos musulmanes. Se buscaron en el país de los francos y no se hallaron, dando a Dios gracias por ello. Entonces le dijo a al-Nasir su concubina al-Zahra la que amaba profundamente:-deseo que construyas para mí una ciudad que lleve mi nombre y sea de mi propiedad-. En efecto, ordenó construir dicha ciudad debajo de la Montaña de la Novia, que es el mediodía de la Montaña y al norte de Córdoba, a unas tres millas de esta ciudad.
Ordenó que se construyera con la más alta y refinada técnica, para que fuera lugar de recreo y morada de al-Zahra y festón de los magnates de su reino. Hizo esculpir una estatua de al-Zahra, que colocó en la puerta de la ciudad. Cuando se sentó ella en el salón de al-Zahra y contempló lo blanco de la ciudad en el regazo de la montaña, dijo: -oh, mi señor, ¿no ves la hermosura de esta muchacha (la ciudad) en el regazo de aquel negro etíope (la montaña)? ¿Por qué no quitas la montaña?-. Pero uno de los familiares de al-Nasir dijo: -Pido a Dios que libre al emir de los Creyentes de una acción que después no pueda oírse sin afrenta de la razón. Ni reuniendo todas las criaturas que estuvieran cavando, cortando y barrenando podrían quitar lo que el creador puso, sólo el cual podría hacerlo. Ordenó entonces (el Califa) que cortasen los árboles de la montaña y plantasen todo de higueras y almendros. Por ello no hubo vista más bella en la primavera cuando las flores (blancas) abrieron".

Esta es la leyenda, poética, que el cronista musulmán al-Maqqari nos ha transmitido sobre los motivos que propiciaron la creación de la ciudad palatina de Medinat al-Zahra, a ocho kilómetros de Córdoba, y cuyo significado es "La flor de Azahar", nombre que por sí sólo evoca otros tiempos pasados envueltos en una aureola de ensueño y fantasía en el califato cordobés.
Lo que hasta hoy se ha sacado a la luz y que se puede visitar, no es más del diez por ciento de lo que un día floreció en la falda de Sierra Morena.
Lo cierto es que la verdadera historia, las causas que motivaron la construcción de Medinat al-Zahra, no es lo que al-Maqqari nos dejó en su crónica, ni fue por el deseo de ninguna concubina, las causas fueron un símbolo de poder de Abd al-Rahman III, que levantando la ciudad palatina quiere que el mundo entero tenga conciencia de su inmenso poder. Este es el motivo y no otro por el que ordenó el comienzo de las obras de Medinat al-Zahra solamente siete años después de autoproclamarse como príncipe de los creyentes en el año 929 y hasta entonces emir de al-Andalus, iniciando así la etapa que se conoce como "Califato de Córdoba", un periodo de especial esplendor para la España musulmana.

Por los cronistas de la época sabemos que estaba organizada en tres grandes terrazas y que las dos superiores eran destinadas a la parte más noble del Alcázar, donde se situaban los deslumbrantes salones y el Palacio del Califa, junto con los servicios necesarios para la corte. En la tercera terraza se situaba la propia ciudad, ya casi en el llano, sus mercados, casas, cuarteles, la mezquita de la ciudad, etc. Distribuida en una superficie aproximada a las 120 hectáreas y articulada en un perímetro rectangular de 1500 metros de largo por 750 metros de ancho.

La mezquita fue el primer edificio que se construyó y existen datos de que en mayo del 941 se realizó en ella la primera predicación. De este mismo lugar religioso, que constaba de una sala para la oración de cinco naves, el patio y el alminar, también se tiene constancia de que algunos de los últimos habitantes de Medinat al-Zahra, entre ellos mujeres y niños, fueron asesinados a cuchillo cuando se refugiaron en su interior, por los soldados que habían tomado la ciudad al asalto.

El Alcázar encandilaba a cuantos lo visitaban y las crónicas hablan de hermosos jardines, estanques y fuentes de agua, finas técnicas labradas en piedra, mármoles, utensilios de oro, plata, piedras preciosas y hasta una fuente que emanaba mercurio, que al darle la luz reflejaba en el salón rico, el salón de Abd al-Rhman II, sus destellos por paredes y techos. Los embajadores de otros reinos que tenían la suerte de poder admirar tanta belleza quedaban perplejos y regresaban conscientes de haber visitado uno de los lugares más bellos del mundo conocido.

En el año 1010 los beréberes entraron en Córdoba y en al-Zahra, que estaba defendida por una parte del ejército; algunos murieron en la defensa y a otros se les perdonó la vida. El 3 de abril de 1011 los beréberes salieron de la ciudad palatina y comenzaron sus correrías por las cercanías de la zona destruyendo, quemando, matando... los moradores de los alrededores acudieron a refugiarse a Córdoba y llegaron a ser más numerosos que los mismos ciudadanos. La mayoría murió de hambre o fueron asesinados fuera de la ciudad y todo su ganado pereció.

La Flor de al-Andalus, o la ciudad efímera, como también se le ha llamado a Medinat al-Zahra, estuvo habitable no más de 70 años y de lo que fue una de las maravillas del mundo hoy quedan unos importantísimos restos arqueológicos únicos en España, por su extensión e importancia.
Al recuerdo de al-Zahra el poeta cordobés del siglo XI, Ibn Zaydun, escribió estos versos:

¿Acaso un desterrado podrá volver a al-Zahra después que la lejanía le haya hecho derramar sus últimas lágrimas?
¿Volveré a ver los zócalos tan resplandecientes de las paredes de los salones reales, en donde los atardeceres más oscuros parecían auroras?
Recuerdo con toda evidencia cómo eran en este palacio los dos qurt, la qubba, el vasto kawkab y el sath.
Es un lugar de recreo que recuerda por su dulzura exquisita el paraíso celestial, pues todo hombre que allí se encuentre no sufrirá las fatigas de la sed, ni el ardor del sol.
Seguramente, las noches que he pasado junto al Guadalquivir son más cortas que las que pasé junto al Guadiana.




http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/es/

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