viernes, 10 de julio de 2009

El repetir de facto



Con todo lo que ha estado cayendo durante estos días pasados referente al golpe de estado en Honduras, no se me había ocurrido escribir sobre estos acontecimientos históricos, no porque no creyera el tema de interés suficiente, suscita sentimientos encontrados de todo tipo, de amores y odio, pero sobre todo de repulsa, se puede estar a favor o en contra de Zelaya, pero nunca simpatizar con el golpe de estado militar. Ahora bien, así es como se le ha catalogado, se le ha puesto la etiqueta de facto y no hay sambenito que se la cambie, pero aunque hayan sido ellos, los militares, los que exiliaron a la fuerza al presidente electo a Costa Rica, en pijama y sin sombrero, fue la justicia, el poder civil, la que dio la orden de arrancarlo del poder y ponerlo más allá del río San Juan (Nicaragua). Mis amigos me dicen que algunos días parezco más de izquierdas que otros, y es porque estos, los menos, no comulgo con lo políticamente correcto, si se es de izquierdas hay que ir con Chávez y si se es de derechas hay que nadar a favor de la corriente, agarrado de la mano de Micheletti, pero en cuanto discrepo y me pongo contra el golpista venezolano, cosa habitual, ya me tachan de más moderado, con lo que eso significa. Decía, que no quería escribir sobre los lamentables acontecimientos hondureños por la razón de que ni Zelaya es santo de mi devoción y ni Micheletti me atrae lo más minimo, es decir, ninguno de los dos me merecen el minimo respeto. Uno por pretender eternizarse en el poder, al estilo de sus secuaces del ALBA, y el otro por hacer lo propio al estilo de los emperadores africanos de décadas pasadas.

Ninguno de los dos gana, con Zelaya o con Micheletti, aunque siempre perderá Honduras, si ya sufre los avatares de una economía maltrecha y una delincuencia por encima de todos los índices, ahora y para colmo comenzarán a cerrárcele las puertas internacionales de la ayuda, de la colaboración para el desarrollo, que siempre es un bocado importante de este sándwich que es el presupuesto nacional. Y digo perderá Honduras porque parece ser lo menos importante para estos dos monigotes, uno populista y el otro no tan popular, son las estampas que representan a las dos partes enfrentadas en el conflicto, los dictadorzuelos del ALBA y los oligarcas del otro lado del río Bravo. No nos confundamos, Zelaya no es un estadista único, ni siquiera es un político honrado con sus votantes, al igual que Daniel Ortega, siempre y para lo malo me sirve de referencia; engañó a los nicaragüenses con unidad nacional, con dires y diretes y salió por los cerros de Úbeda rellenando sus alforjas. Zelaya es un liberal, un terrateniente de pelo engominado al estilo de los señoritos andaluces, ricachones y con el corazón insensible, que sigue las normas impuestas por el ideólogo de las dictaduras bolivarianas. En cambio, Micheletti es un dictador nato, que tira de militares como el mejor de los golpistas, claro que los militares esta vez están de su lado, son de la Escuela de las Américas, al más puro estilo gringo, todo lo contrario pasa en Nicaragua, ahí estuvo listo el Bachi, no se dejó sorprender, cambió los mandos y puso a sus allegados y amigos en la dirección, así no hay quien le tosa, al igual que en la policía, reprimen a los manifestantes cívicos y protegen a los provocadores violentos de cara cubierta y machete en mano.

No cabe duda que Honduras no es Zelaya & Micheletti, es ALBA & TLC, y aunque no existen motivos ni evidencias sobre la superficie, sí se intuyen e imaginan por la claridad de las aguas que cubren el conflicto. Por un lado los chavistas pidiendo justicia a la OEA, cuando hasta hace pocos días Insulza era tratado poco más de servidor del imperio y con la punta del pie, que paradoja, cuando son los más represivos y dictatoriales. El ataque al ALBA por su punto más débil ha puesto en jaque a Obama, a la administración norteamericana le ha puesto Chávez contra las cuerdas en la crisis hondureña, la presión es tan fuerte que la Casa Blanca tiene que andar con pies de plomo para evitar un desliz que la ponga bajo sospecha y cargar con la posibilidad infundada de que la CIA vuelve por sus fueros, pero sea cierto o no se ha sacudido de polvo y paja y ha criticado el golpe como uno más, desde luego no le quedaba otra alternativa. Lo cierto es que la presión mediática en la que se ha visto envuelta Honduras no tiene precedente, si la comparamos con otros acontecimientos de esta índole. Ni la propia Nicaragua y su robo de las elecciones municipales por parte de Ortega, ni la represión en Irán con todas las muertes, ni siquiera el conflicto en China donde se cuentan por centenares los manifestantes muertos por la policía y el ejercito. Por supuesto que no critico la presión contra los golpistas hondureños, pero sí me indigna que se tengan distintas varas de medir y según de que país se trate así se actúa de cara a la galería. Como ejemplo pongo al ministro español de exteriores, Moratinos, tengo que decir que salió electo por mi ciudad y mi voto fue para su formación, pero en el conflicto iraní se limitó a decir que había que andar con cautela, en cambio, en la crisis hondureña, ha removido Roma con Santiago y planteado todo lo inimaginable para castigar al nuevo gobierno golpista de Micheletti. Yo estoy con Moratinos en este caso, no se confundan, pero ni entiendo ni comparto su actitud ante Irán, China o Nicaragua.

Lo cierto, triste y penoso, es que a estas alturas aún se dan ruidos de sables en Latinoamérica, eso parecía que estaba destinado a los libros de historia y para el recuerdo de otra época menos deseable, quizás por eso tanta presión mediática, para luchar contra la posibilidad de que surjan otros Michelettis, ya tenemos bastante con los chavistas y sus "dictaduras democráticas". Puestos de pie y ante la historia nos sigue valiendo Honduras como ejemplo de golpes militares, casi calcados a los acontecimientos que vive estos días el país centroamericano. He buscado en el índice histórico hondureño y he encontrado un pasaje muy apropiado y deseoso para estos días, el ejemplo de Ramón Villeda Morales, cuya experiencia quizás sea la más importante, aunque corta, en la democracia hondureña. Desde el 15 de septiembre de 1821, fecha en la que se independizó de España, son casi 300 las rebeliones internas que han sacudido al país, entre guerras civiles y cambios de gobierno, y más de la mitad de ellos sucedieron durante el siglo XX. Honduras nunca disfrutó de un infraestructura económica, social y política, que le permitiera manejar su rumbo sin la injerencia de intereses comerciales por parte de las grandes compañías agrícolas norteamericanas, en las que estaban basadas la economía, las que establecieron enormes plantaciones de plátanos a lo largo de la costa del norte. Estas grandes compañías con su capital extranjero, la vida de las plantaciones y la política conservadora, fueron los factores dominantes entre el siglo XIX y hasta mediados del XX en Honduras, que estuvo controlado por el general autoritario Tiburcio Carias Andino, eso sí, siempre apoyado por estas compañías norteamericanas y por los dictadores de los países vecinos, lo que le valió para mantenerse en el poder hasta 1948; para ese tiempo los dos principales partidos políticos, Liberales y Nacionalistas, comenzaban a ser controlados por los principales lideres militares provinciales.

En la convención de su partido en 1953 Villeda Morales presenta la actualización del programa ideológico del Partido Liberal de Honduras y los nuevos estatutos, elaborados por su equipo de trabajo, y ese mismo año, su partido, obtuvo un rotundo éxito en las elecciones municipales. Este triunfo hizo que su partido lo proclamara candidato para las elecciones a la presidencia del país un año más tarde. De nuevo fue un exitoso triunfo para Villeda Morales, aunque quedó opaco y un tanto relativizado, el Congreso Nacional, que debía reconocer el resultado de dichas elecciones, no se instaló, por el fraude electoral, y el vicepresidente Julio Lozano Díaz asumió el poder, cuando los diputados partidarios del ex dictador Tiburcio Carias Andino rompieron el quórum constitucional. Ramón Villeda Morales fue expulsado del país, junto a otros políticos, y poco tiempo más tarde es el propio dictador Lozano Díaz el que es derrocado por el ejército, que instaló en el gobierno una junta militar bajo la jefatura del coronel de aviación Héctor Caraccioli. Fue como volver la página de la historia hacia atrás, los presos salieron de las cárceles y los políticos desterrados regresaron a Honduras, menos Villeda Morales, que aceptó el cargo de Embajador ante el Gobierno de los Estados Unidos, en Washington, y ante el Consejo de la Organización de Estados Americanos, donde permaneció hasta la fecha de la convocatoria a elecciones de la Junta Militar de Gobierno. El Partido Liberal gana de nuevo y la Asamblea Nacional Constituyente ratifica la victoria electoral de Villeda Morales en 1954 y es declarado presidente de Honduras.

El nuevo gobierno fue de integración y conciliación nacional, y fueron integrados de forma equitativa, tanto el poder legislativo como el judicial, en el ámbito de unas elecciones libres y honestas. Es evidente que Villeda Morales pensó en su país por encima de otros intereses particulares y, contra el reclamo de sus propios compañeros de partido, incluyó en el poder ejecutivo a miembros de la oposición que consideraba honorables y capaces. El fruto fueron los cambios en la constitución, que incorporó la inviolabilidad de la dignidad humana y el respeto a los derechos humanos; y por primera vez se garantizaba la alternabilidad en la presidencia. La ley de Reforma Agraria, Ley de Seguridad Social, Ley de Emisión de Pensamiento, Ley de Fomento Industrial, Infraestructura Vial, Electrificación y la primera Central Hidroeléctrica de Río Lindo, la prioridad en la educación y construcción de centros escolares, nuevos hospitales, centros de salud y la protección de la maternidad, todos estos fueron otros logros sociales del gobierno de Villeda Morales. Pero de nuevo el ruido de sables acabó con la esperanza y el futuro, y un cuartelazo dio fin al gobierno de conciliación nacional, a pocos días del fin de su mandato, cuando ya se preparaba la maquinaria electoral y los miembros de la misión técnica de la OEA se encontraban en el país para supervisar las elecciones. Villeda Morales fue desterrado de nuevo a Costa Rica y el día 21 de diciembre de 1963, en el que legalmente terminaba su mandato, hizo entrega simbólica del poder en la sede de la embajada de Venezuela. Villeda Morales murió en 1971 a los 63 años, en Nueva York, y fue llevado a Honduras por la Fuerza Aérea Hondureña. En reconocimiento a su labor democrática, el pueblo hondureño, desbordó las calles de Teguciagalpa el día de su entierro.










http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/es/

6 comentarios:

  1. es muy complicado...pensar en una nueva patria socialista...por argentina,ni soñemos la utopia fue...y etas ultimas elecciones ganos la derecha toda ella,hubo en bs as que un cineasta pino solanas,con sorprea para los mas media algo gano...pero de veras te pregunto:chavez te parece un socilista,nuevo?...hmmmmm solo hace negocio con el petroleo que tiene,con la opep,con el alba,con estados unidos,con quien venga...y el pueblo que amigo mio...son dudas...
    un abrazo cumpa
    lidia

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  2. HOLA MAS QUE UN AMIGO,ERES UNA PERSONA VALIOSISIMA,POR TU TRBAJO Y TUS AMPLIACIONES...CRITINA JAMAS ESTUVO EN LA IZQUIERDA DE NADA...ESTUVO REFUGIADA¿? EN LA PATAGONIA,DONDE TENIAN SU BASE LOS MARINOS,QUE FUSILARON GENTE A MANSALVA,UN 22 DE AGOSTO ALGUNOS PRETENDIERON HUIR, Y LOS BAJARON SIN PIEDAD Y ELLA Y EL ESTABANVIVIENDO AHI!SUENA RARO...MUY RARO,SOLAMENTE ENCONTRARON EL SLOGAN PERFECTO:AH LOS DDHH! SE HICIERON MILLONARIOS CON LA CIRCULAR 1050,DEL BANCO CENTRAL EN LA EPOCA DE LA DICTADURA,COMPRANDO CASAS,A MENOR VALOR,BIENES DE TODO TIPO,A PERSONAS QUE NO PODIAN PAGAR POR LA HIPERINFLACION QUE HUBO EN ESTE MI PAIS!Y AHORA DE QUE ME HABLA ESTA MUJER???????? TIENE UNA SOBERBIA INCOMPARABLE,JAMAS VI TANTA EN UNA SOLA PERSONA,EN VERDAD EN EL MATRIMONIO K...SIN PROYECTOS DE PAIS,SOLO DE ELLOS...COMPARTO PLENAMENTE LO DE LULA Y LA BACHELETT,QUE SE VA CON UN 80 POR CIENTO DE IMAGEN POSITIVA EN CHILE
    O SEA COINCIDIMOS,COMPAÑERO.UN ABRAZO ENORMEE
    LIDIA LA ECRIBA

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  3. Antonio, nunca he comulgado con la izquierda, peor aún con la rama radical que se extiende como plaga en latinoamérica. Esto es resultado del populismo e ignorancia de nuestro pueblo, pero en fin, eso es capítulo aparte.
    Respecto a Honduras, solo quisiera mostrarte un artículo muy atinado de un columnista de mi país, con el cual concuerdo totalmente.

    Sobre el golpe en Honduras
    * Por Miguel Macías Carmigniani

    Del golpe cívico-militar producido en Honduras la semana pasada, me llama la atención la hipocresía de los acólitos del presidente Chávez, quienes, después de criticar severamente a la OEA, a la que consideran un “bastión del imperialismo”, acudieron a ella para pedir que de inmediato logre restituir a su coideario, Manuel Zelaya, en la Presidencia de ese país.

    También me ha llamado mucho la atención que pocas horas después de haberse destituido al Presidente de Honduras, el Secretario General de la OEA y los presidentes de varios países califiquen de inconstitucional la destitución de Zelaya, sin ni siquiera analizar el caso detenidamente.

    Su destitución y expulsión del país deben servir de ejemplo a todos los candidatos a dictadores, sobre todo a quienes profesan la doctrina del socialismo del siglo XXI, quienes deben recordar que todavía hay pueblos que no toleran los abusos del poder.

    No puede considerarse demócrata a un Presidente que constantemente irrespeta la Constitución de su país, quien quería perennizarse en el poder y por ello, “contra viento y marea”, impulsó una ilegal encuesta, la cual fue “la gota que rebosó el vaso”; que ocasionó su destitución.

    Aunque considero que Zelaya debe ser restituido, temo que ello no va a suceder. Una posible salida negociable con el actual Gobierno hondureño, debido a la presión internacional a la que está sometido, será adelantar las elecciones presidenciales.

    Ningún país debe intervenir en los asuntos internos de otro. Los problemas legales y económicos de Honduras los deben resolver los hondureños. La amenaza del comandante Chávez de intervenir militarmente en Honduras es repudiable, como lo es el hecho de que quienes no respetan la Constitución en sus países, como la mayoría de sus acólitos, pretendan ahora dar lecciones de democracia al resto del mundo.

    Bien ha hecho la OEA en sancionar a Honduras. Pero ¿dónde estuvo esa organización cuando en Ecuador se destituyó a los ex presidentes Bucaram, Mahuad y Gutiérrez, y qué medidas ha tomado respecto al Régimen antidemocrático de Venezuela?

    Quienes justifican la remoción de Zelaya, argumentando que esta se fundamentó en una orden judicial y que su propósito fue restablecer la ley, la cual estaba siendo violentada por él, sostienen que la Constitución sigue vigente en Honduras y que se respetó la sucesión de poder establecida en ella.

    Puede ser que esto sea cierto, pero la forma como las Fuerzas Armadas hondureñas sacaron en la madrugada del 28 de junio pasado a Zelaya, en pijama de su casa, y lo pusieron en un avión a Costa Rica prueba que en él no reina la democracia y crea un pésimo precedente en Latinoamérica. Ojalá que en nuestra región no vuelvan a ocurrir casos como el hondureño.


    Fuerte abrazo Antonio.

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  4. Soy de la opinión de que si no se logra revertir este golpe militar en Honduras, pronto tendremos episodios similares en América Latina. Como siempre soy un lector atento y respetuoso de tus interpretaciones . Un cálido saludo.

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  5. Saludos, Lázaro. Supongo que tendremos muchos puntos en común, pues compartimos la misma ideología, o la misma corriente política. Claro que dentro del progresismo existen muchas vertientes, más o menos moderadas. En Europa, en los países democráticos, el socialismo de hoy nada tiene que ver con los de otras latitudes, es el caso de los chavistas, con los que no comulgo. He vivido esta realidad en Nicaragua los dos últimos años y eso no es lo que yo entiendo por socialismo, es una dictadura en toda regla. Pero independientemente de lo que cada uno pensemos al respecto del Socialismo del Siglo XXI, sí coincidimos en el asunto de Honduras, Zelaya, aunque no me guste nada y lo compare con Micheletti, es el presidente electo por los ciudadanos y eso no tiene otra lectura que la de legalidad. Rechazo por completo las intervenciones militares y la lógica me dice que Zelaya debería de estar en el gobierno hasta las nuevas elecciones. Pero no se nos puede escapar un detalle, si para cuando se celebren les siguientes elecciones se podrá elegir en libertad y sin fraude, porque de la misma manera llegó Ortega al poder hace dos años y las municipales del año pasado en noviembre las robó, sacó a los violentos a las calles y reprimió a los manifestantes cívicos, al igual que en Irán. ¿No es eso otro tipo de golpe de estado? Contando que en Nicaragua el ejercito es un arma del dictador Ortega, ha sustituido mandos militares por sus allegados y familiares.

    Aún así, creo que compartimos principios y estamos del mismo lado, apoyándonos siempre en el respeto. Nadie es calcado a otro, y para cerrar el comentario me apropio de la última frase del guión de la película de Billy Wilder, "Con faldas y a lo loco", que dice el enamorado protagonista mientras maneja el volante de la lancha a motor sobre las aguas, después de que Jack Lemmon se quitara la peluca y le confesara que era un hombre: "Bueno... nadie es perfecto"

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  6. Saludos, Carlos. Tampoco yo comulgué nunca con la derecha, pero ese no es motivo para ser respetuoso con el que piensa diferente, ni tampoco para que compartamos un mismo pensamiento, al igual que tú yo también rechazo de pleno el mal llamado Socialismo del Siglo XXI, esto no es socialismo, es una pandilla de dictadores como los del "Condor", disfrazados de otra manera. También comparto el artículo de Miguel Macías Carmigniani de principio a fin, el que agradezco que me mostraras, ni una palabra que contradiga a lo que pienso.

    Un fuerte abrazo, amigo.

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