sábado, 18 de febrero de 2012

El Clásico cultural del Centro de México (Teotihuacan V)


Organización política, social y económica

El teocrático fue, principalmente, el tipo de gobierno por el que los teotihuacanos se regían. La clase sacerdotal era la que atesoraba los conocimientos científicos por los que los teotihuacanos se guiaban, fundamentales para la supervivencia, pues entre otras cuestiones la agricultura estaba supeditada a lo que los sacerdotes mandaban, según leían en la interpretación de las estrellas.

La sociedad teotihuacana estaba organizada de forma jerárquica, aunque realmente eran tres los estratos o grupos en los que estaban diferenciados. En la cima del poder se situaban el gobernante y su familia, la nobleza; a continuación los funcionarios administrativos y los religiosos, también considerados nobles y a los que se les atribuye un importante poder económico. Este grupo social era el que disfrutaba de más privilegios, el que se encargaba de la administración de las ciudades y el mantenimiento del control social. Seguidamente eran los artesanos y comerciantes y por último la mayoría de los habitantes teotihuacanos, los agricultores. No se sabe con certeza el poder que los militares podían ejercer en la organización social, aunque las estimaciones generales les consideran pertenecientes al grupo de la élite.

También la creencia generalizada entre los estudiosos apoya la semejanza de la organización social teotihuacana con la de los mexicas, en la que existían lazos de sangre y una política económica común. Así mismo, se desconoce si realmente Teotihuacan gobernaba territorialmente a los pueblos sometidos por la ciudad, lo que se supone es el férreo control que debió existir sobre las poblaciones aledañas, tanto en tributos a la capital como en la construcción y conservación de la gran urbe.

Lo que sí se tiene por asumido es el carácter multiétnico que existió en la metrópoli, divididos por barrios que mantenían vivas las costumbres y lenguas entre cada grupo étnico. Otros datos sobre los estudios llevados a cabo en cuanto a la densidad de población revelan que, de los más de 300.000 habitantes que llegó a tener la Cuenca de México entre los años 300 y 750 d. C., entre 200.000 y 230.000 vivían en la ciudad de Teotihuacan. El resto de la población se distribuía entre los nueve centros provinciales, 17 aldeas grandes, 77 aldeas pequeñas y 149 caseríos.

La economía de los teotihuacanos se basaba prácticamente en la agricultura. Sus cultivos eran principalmente de maíz, frijoles, amaranto, pimientos, tomates y calabazas. Las formas más comunes de cultivar estos productos básicos eran en terrazas y regadíos. En 1.954, mediante estudios fotográficos desde el aire, fueron detectados la existencia de unos sistemas de regadíos que distribuían el agua que provenía del actual estado mexicano de San Juan Teotihuacan, alimentados por los ríos subterráneos de Cerro Gordo. De todas maneras y casi con toda seguridad, tanta ingeniería hidráulica no sería suficiente para producir tanto alimento como la densa población de la región demandaba, por lo que posiblemente muchos alimentos fueron importados desde otras regiones.

La crianza de pavos y perros, así como la recolección de bayas de enebro, juncos, verdolagas, nopales y algunas hierbas, junto a la caza de animales como el ciervo de cola blanca, el conejo o aves acuáticas, también fueron parte importante de la alimentación teotihuacana.

No se puede olvidar la importancia del comercio en la economía teotihuacana. El gran yacimiento de obsidiana cercano a Teotihuacan, el más grande de toda Mesoamérica, les proporcionaba el material suficiente para la fabricación de herramientas, así como la esencial arcilla (basalto, adobe y toba) que proporcionaba su territorio empleada en la construcción y la fabricación de cerámica, les permitía los materiales necesarios para la fabricación de objetos que intercambiaban por otros productos como algodón, cacao, hematita, jade, turquesas o cerámicas de otras regiones. El comercio teotihuacano mantenía lazos con zonas tan distantes como las tierras bajas mayas, el altiplano guatemalteco, el norte de México o la costa del Golfo de México.

Religión

Es muy poco lo que se conoce respecto a las creencias religiosas de los teotihuacanos. Es más producto de la imaginación de los arqueólogos y estudiosos que lo que realmente se ha encontrado en evidencias. De todas maneras, se supone que esas creencias no serían muy diferentes a las de las que tendrían los restantes pueblos mesoamericanos.

Lo que la cerámica, algunas pinturas murales o esculturas, nos han mostrado es que su religiosidad debió de contar con complejos rituales así como con una buena organización sacerdotal. Eran éstos, los sacerdotes, los que se encargaban de los rituales y el culto a los dioses, especialmente a Tláloc, el dios de la lluvia, a quien se tenía como deidad principal, quien contenía todo el poder divino, bajo el cual estaban todas las fuerzas de la naturaleza, el mundo animal y el vegetal. También rendían culto a otras deidades como Chalchiuhtlicue, diosa del agua, a Huehuetéotl, el dios viejo, o Quetzalpapálotl, el dios mariposa.

Entre los rituales teotihuacanos se encontraban los sacrificios, humanos y de animales. Se supone que las víctimas escogidas como ofrecimiento a sus dioses se hallaban entre los prisioneros de guerra, a los que decapitaban y les quitaban el corazón, asesinaban a golpes o enterraban vivos. Los sacrificios eran el ofrecimiento en conmemoraciones cuando los edificios administrativos se ampliaban, rituales con los que se aseguraban la prosperidad de la ciudad. En cuanto a los animales que sacrificaban como ofrecimiento a sus dioses se encontraban los que consideraban sagrados: el puma, lobo, águila, halcón, buho o serpientes, entre otros.


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1 comentario:

  1. gracias Antonio!!!por pasar,es verdad,la vida no lleva a cada rincón, que ni se piensa,y nos aleja, de otros, que, a veces, es muy pero muy SANO, para la mente de cualesquiera!
    feliz solscitio primaveral, por acá otoño, con un calor y una humedad, altísimas!ha variado el clima, casi 360 grados, en cualquier momento explota el mundo, lo hemos hecho bolsa!
    un abrazo, compañera de ruta!
    lidia-la escriba

    casi me tiento y me llevo una pintura tuya...pero no!

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