lunes, 2 de mayo de 2011

Periodos culturales mesoamericanos: Clásico


Hacia el siglo III d. C. se consolida en Mesoamérica el proceso urbanístico que comenzó a fraguarse en la etapa anterior, en el Preclásico Tardío. En el periodo Clásico (200 d. C. - 900 d. C.) será Teotihuacan la que dominará el territorio mesoamericano durante la primera época, llegando a controlar las principales rutas comerciales, hasta el siglo VII, en el que comienza a decaer y a surgir otras culturas: la maya, la zapoteca y los centros regionales del llamado Epiclásico.

Esta época se considera la de mayor esplendor en la cultura mesoamericana, todas las artes, en especial la arquitectura y el urbanismo, se desarrollan junto al poder de las clases dominantes y son éstas las que disfrutan la incuestionable autoridad, la prosperidad del comercio, la importante evolución del calendario, la astronomía y la escritura. De igual modo, las características que comenzaron en la etapa anterior se afianzan en este periodo Clásico, como el aumento demográfico y la concentración de la población, la división del trabajo y su especialización, el aumento en la producción y por lo tanto el comercio de ciertos productos para el intercambio regional e interregional, la jerarquización de las aldeas, centros regionales y capitales protourbanas.

El periodo Clásico se divide en dos fases. La primera de ellas, que abarca desde el año 200 al 600 de nuestra era, se le conoce por el Clásico Medio. La segunda, el Clásico Tardío, va desde el año 6oo al 800/900. De la primera etapa, en la que Teotihuacan se consolidó como ciudad dominante, concentrando el 80% de los 200.000 habitantes de la cuenca del lago Texcoco, son los centros de Monte Albán, Tikal y Calakmul. Las ciudades correspondientes a este periodo cultural se caracterizaban por su composición cosmopolita y multiétnica, lo que implicaba la utilización de distintas lenguas y diferentes prácticas culturales dentro de los mismos núcleos urbanos.

En estas ciudades mesoamericanas, casi todas aliadas con Teotihuacan, las clases políticas intensificaron sus alianzas y fueron aumentando el poder sobre el resto de la población, una mayoría que estaba obligada a pagar tributo y a participar en la construcción de las obras públicas. El desarrollo del comercio, no sólo en territorio mesoamericano, también en Oasísamérica, y las nuevas técnicas agrícolas y novedosos sistemas de riego fueron la clave para el crecimiento de las ciudades.

En este periodo las artes alcanzan un refinamiento muy elevado, prueba de ello son los monumentos conmemorativos de los sucesos relacionados con los linajes de las tierras altas, llamadas estelas mayas. Así mismo, la arquitectura de Teotihuacan conseguía grandes avances en la arquitectura que se definió como estilo clásico, que se repitió y extendió por otras ciudades a lo largo de toda Mesoamérica. Estos mismos patrones arquitectónicos teotihuacanos sirvieron para otras culturas del posclásico, especialmente en Tollan-Xicocotitlan, Tenochtitlan y Chichén Itzá.

Otros avances culturales heredados de los olmecas, como el calendario y la numeración, fueron llevados a su máxima expresión por los mayas, al igual que la escritura, sobre la que otros pueblos desarrollaron la suya propia, como la cultura ñuiñe y la de los zapotecos de Oaxaca. La escritura se generalizó por todo el territorio mesoamericano, aunque su práctica quedó reducida a los sacerdotes, como actividad sagrada. El estudio de los cuerpos celestes, por su relación directa con la agricultura y, por lo tanto, con la base de la economía, se convirtió en un asunto de mayor importancia

El fin del periodo Clásico Temprano coincide con el declive de Teotihuacan y el florecimiento de otras culturas o centros de poder, también en la lucha por el control de las rutas comerciales. El Clásico Tardío o Epiclásico, no tuvo ningún protagonista dominante especialmente, más bien fue una etapa fragmentada políticamente. La incursión en el territorio de otros grupos de población de Aridoamérica y norteños, entre ellos los nahuas, provocó el reacomodo y el desplazamiento de los antiguos pobladores mesoamericanos hacia el sur. Otros pueblos del sur como los olmeca-xicalanca, terminarían por establecerse en el centro de México.

Por otro lado y en el área Maya, algunas ciudades como Tikal o Calakmul, que en otro tiempo fueron aliadas de Teotihuacan, participaron en la decadencia de la gran ciudad, emergiendo otros centros poblacionales como Palenque, Copán y Yaxchilán. Estas nuevas ciudades-estado estuvieron enfrentadas continuamente por el control del poder, librando sangrientas batallas que a la postre significaron el declive de la civilización maya clásica. Para el final de este periodo Clásico Tardío, muchas de las ciudades fueron incendiadas y abandonadas a la selva, después de haber abandonado la cuenta del tiempo en el calendario de Cuenta Larga.

Al mismo tiempo, en Oaxaca, Monte Albán conocía su época de máximo, aunque efímero, esplendor, que por motivos aún desconocidos lo perdió hacia el siglo IX. La misma suerte corrieron Teotihuacan, que fue incendiada y abandonada, y La Quemada. En el último siglo de esta etapa fue Lambityeco, en el valle de Oaxaca, la que atrajo el protagonismo.

La desaparición de Teotihuacan como eje de control, originó una fuerte inestabilidad política en el Altiplano Central. Hubo un tiempo de transición en el que los poderes regionales de índole militarista rompen la hegemonía impuesta por la metrópolis y se configuran algunas sociedades eminentemente hostiles. En este periodo último del Epiclásico y principios del Posclásico se desarrollaron ciudades como Xochicalco, Tula Chico, Cacaxtla, Cholula y Cantona.

1 comentario:

  1. Teotihuacan es un bello lugar para pasar unas vacaciones y disfrutar de lo que la naturaleza les brinda.

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